La
familia es el contexto más deseable de crianza y educación de niños, niñas y de
adolescentes, ya que es quien mejor puede promover su desarrollo personal,
social e intelectual y, además, el que habitualmente puede protegerlos mejor de
diversas situaciones de riesgo. (Palacios, 1999).
El afecto es una acción por
la cual el ser humano trasmite su afecto y su amor entre dos o más personas es decir, el afecto es
algo que puedes dar a las personas que nos rodena nuestro ámbito familiar.
El ser humano tiene una
serie de necesidades que no sólo se centra en
comer, dormir, etc. Como es un ser social necesita la integración de un
grupo que el cual tenga una
serie de expresiones afectivas para sentirse vinculado al mismo.
La comunicación familiar es
el intercambio de ideas o sentimientos que se pueden dar entre dos o más
personas.
Mediante la comunicación trasmitimos nuestros pensamientos y sentimientos ya que en el
ámbito familiar es necesario
que tenga una
buena comunicación para así mismo tengan una confianza
entre ellos. Ya que existen familias donde tienen una
comunicación negativa es decir, donde no se dicen una palabra esto quiere decir
que hay una falta de emociones negativas, sólo existen conductas agresivas, lo
cual se reflejan en familias; por ejemplo, cuándo un niño comete un error los
padres lo castigan, pero sin escucharlo el niño no se puede defender.
Freud afirmaba que la
convivencia entre los seres humanos es muy importante para la socialización y relación entre ellos.
Tener una buena comunicación
y una relación de confianza en los hijos y hijas, permite estar más atentos a
sus necesidades y ayuda en la labor educativa.
La tolerancia no es aceptar todo lo que nos manifiesta el otro si no se
basa en la capacidad de comprender al otro. Lo que se
pretende es eliminar los desacuerdos y la tensión en que pueda tener en la
familia, ya que esto genera problemas entre ellos. Así las familias tendrán una mente abierta y una mejor armonía.